Análisis Económico del Derecho
25 de octubre de 2021
Análisis Económico del Derecho de la Propiedad (Parte 2): “La tragedia de los comunes”
Muchos autores plantean que el génesis del Análisis Económico del Derecho es sin duda el artículo “El problema del Costo Social” de Ronald H. Coase. Este también es el punto de partida del presente Análisis Económico del Derecho de la Propiedad (dividido en tres partes), donde los preceptos económicos como la elección racional o la maximización de la utilidad explican la existencia propiedad como institución jurídica, y a su vez son útiles para comprender la importancia de la función económica de la propiedad.
En 1968, unos años después de la publicación de Ronald Coase, y que comentamos en la anterior entrega (AED del derecho de propiedad – Parte 1), el biólogo Garret Hardin planteó una idea interesante que de alguna manera intenta refutar la tesis de Adam Smith (la mano invisible), y que sigue a Coase sobre la importancia de definir claramente los derechos de propiedad.
Para tal efecto, Hardin nos pide que imaginemos un pastizal sin dueño y de libre acceso para todos los pastores vecinos. Si suponemos que cada uno de los pastores son “racionales”, cabe esperar que cada uno busque maximizar su propia ganancia, por lo tanto, cada uno intentará mantener en el pastizal tantas vacas alimentándose como le sea posible, y este razonamiento se repite para cada uno de los pastores.
Esto implica que cada pastor tendrá un incentivo para aumentar el tamaño de su ganado (sin hacerse cargo por el riego y el cuidado del pastizal), lo cual resultará en un resultado positivo para él, pero negativo para la comunidad. Es decir, si cada pastor aumenta su ganado se apropia de todos los beneficios pero el costo del sobrepastoreo de la tierra será compartido entre todos los pastores.
Si cada pastor racional toma la decisión de aumentar una unidad su rebaño y otro más, y otro más…, encerrado en un sistema de incentivos que lo impulsa a incrementar su ganado, se rebasará la capacidad de carga y regeneración del pastizal y no podrá usarse más. Cada pastor que compite y busca maximizar su utilidad, no resulta en promover el interés público como decía Smith.
En La tragedia de los comunes (1968) Hardin concluye:
“Y ahí está la tragedia. Cada hombre está encerrado en un sistema que lo impulsa a incrementar su ganado ilimitadamente, en un mundo limitado. La ruina es el destino hacia el cual corren todos los hombres, cada uno buscando su mejor provecho en un mundo que cree en la libertad de los recursos comunes. La libertad de los recursos comunes resulta la ruina para todos.” (Hardin, 1968: 1244. Traducción propia).
Otra forma de ilustrar la tragedia de los comunes es la siguiente:
Imagine n pastores que comparten un pastizal de uso común. Dicho pastizal puede soportar (m) (n) vacas sin degradarse. El i’esimo pastor puede elegir entre dos estrategias:
(i) estrategia responsable (cooperar): pastar m vacas.
(ii) estrategia irresponsable (no cooperar): pastar m + 1 vacas.
Cada vaca que se pastorea trae una ganancia de p > 0. Y cada pastor que paste m + 1 vacas impone un costo c > 0 a la comunidad por la degradación del pastizal. El costo es compartido equitativamente por los n pastores.
Se asume que c / n < p < c. Es decir, el costo a la comunidad por pastar una vaca extra es mayor que la ganancia que la ganancia del pastor por la vaca adicional, pero la parte compartida del costo por cada pastor es menor que la ganancia individual. Así se muestra que para cada pastor la estrategia (ii) es dominante sobre la estrategia (i). (Schecter & Gintis, 2016: 55).
El modelo de Hardin se traduce fácilmente a la estructura del dilema del prisionero (un juego no cooperativo con estrategias dominantes).
Pensemos que en el juego del dilema del prisionero los jugadores que participan son 2 pastores que usan un pastizal de uso común. El límite superior de vacas que pueden pastar sin erosionar por completo el suelo del pastizar está dado por L.
Cada pastor tiene dos estrategias:
(i) la estrategia “cooperar” será L/2 vacas
(ii) la estrategia “no cooperar” será tener tantas vacas como sea posible > L/2
Si ambos pastores deciden cooperar, es decir, mantener L/2 vacas, obtendrán 10 unidades de ganancia. Mientras que si eligen “no cooperar” tendrán una ganancia igual a 0. Si uno coopera y el otro no, el pastor irresponsable obtendrá 11 unidades de ganancia y el responsable obtiene -1. Si cada uno elige de forma independiente y racional, elegirán la estrategia dominante: “no cooperar” (Ostrom, 1990: 4).
Cuadro 1. Representación del juego de los pastores de Hardin en forma normal o rectangular
Figura 1. Representación del juego de los pastores de Hardin en forma extensiva
Pero, cabe preguntarse ¿en qué sentido optar por la degradación del suelo y de los recursos naturales es la mejor estrategia? El resultado de Hardin plantea una seria problemática ante la falta de definición, atribución y protección de los derechos de propiedad. En otras palabras, cuando los derechos de propiedad no están bien definidos, los pastores compiten y se generan externalidades negativas entre si hasta el punto de su propio perjuicio, en esto consiste la ‘tragedia de los comunes’ En este sentido, siguiendo la recomendación coaseana, es fundamental definir claramente la norma en materia de propiedad y de responsabilidad.
Autor:
José Manuel Ortega Urbina*
Facultad de Economía
Universidad Nacional Autónoma de México
Referencias:
*Estudiante de Licenciatura en Economía, Universidad Nacional Autónoma de México. Con especial interés en la racionalidad, razonamiento basado en modelos y toma de decisiones colectivas.
Hardin, G. (1968). La tragedia de los comunes, Science New Series , vol. 162, núm. 3859, págs. 1243-1248.
Schecter, S. y Gintis, H. (2016). Teoría de juegos en acción . Princeton: Prensa de la Universidad de Princeton.