Análisis Económico del Derecho
21 de abril de 2021
Introducción al pensamiento de Douglass North: instituciones y cambio institucional
El análisis de Douglass North sobre las instituciones como el marco en cuyo interior ocurre la interacción humana, obra por la que le otorgaron el premio Nobel de Economía en el año 1993, sugiere que el cambio institucional juega un papel fundamental en el desempeño económico.
Douglass North[1] hace un esfuerzo por integrar el análisis institucional a la ciencia y a la historia económicas en un intento por mejorar nuestro entendimiento sobre el pasado, en la medida que se le considere como historia de la evolución institucional.
Su análisis (1993) enuncia qué son las instituciones y cómo se diferencian de las organizaciones; se interna en la naturaleza de las instituciones económicas y políticas, cómo cambian y sus consecuencias en el desempeño económico. Esbozando así, un nuevo examen, en general, de la teoría social y del cambio histórico, y en particular, una nueva comprensión de la economía política. Su objetivo primordial es edificar un marco analítico básico para el desarrollo y creación de una teoría del cambio institucional.
El problema central recae en la colaboración humana que permite a las economías aprovechar sus ventajas comparativas en el proceso de intercambio y en los medios institucionales que propiciaron soluciones conjuntas al desempeño económico.
El pasado, el presente y el futuro están conectados, dice North, por obra de la continuidad de las instituciones de la sociedad en el tiempo; las elecciones de colaboración que tomamos en el pasado conforman nuestro ahora presente, así mismo, nuestro futuro; es un ejemplo de su modo de enfocar los problemas.
Así mismo, su estudio procura explicar la evolución de los marcos institucionales que inducen al declive o al fracaso económico. No toda colaboración humana es socialmente productiva (North, 1993). El objeto principal del estudio de las instituciones y de su evolución en el tiempo, es lograr una compresión del desempeño diferencial de actividad económica (o social) de los países con una visión histórica.
1. Instituciones
Formalmente las instituciones son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana (North, 1993), es decir, las instituciones son las reglas del juego. Estructuran incentivos y castigos que configuran el comportamiento humano ―social, anti-social, sea político, económico o de otra índole― en una sociedad.
Las instituciones definen y limitan el conjunto de elecciones de los individuos, proporcionan una estructura para dar forma a la interacción y constituyen una guía para la vida diaria.
North (1993) justifica la creación, existencia y función principal de las limitaciones institucionales porque reducen la incertidumbre, estableciendo una estructura estable (no necesariamente eficiente), dinámica, en constante cambio, por consiguiente, las instituciones alteran continuamente el alcance de las elecciones, incluyendo todo aquello que se permite y prohíbe hacer a los individuos y configuran el marco en cuyo interior ocurre la interacción humana (North, 1993).
De modo tal que, cuando hacemos una transferencia interbancaria, rentamos un apartamento, pedimos un préstamo hipotecario, compramos un seguro de auto, apostamos en el casino, invertimos en la bolsa, compramos bonos del gobierno, o vamos al mercado sabemos cómo realizar estas actividades o podemos averiguarlo fácilmente. Lo anterior puede cambiar dependiendo del entorno, del contexto geográfico y del momento histórico.
Una parte esencial del funcionamiento de las instituciones estriba en conocer las normas y las consecuencias de violarlas (North, 1993). Es decir, depende tanto de la eficacia en el monitoreo y el tipo de obligatoriedad en el cumplimiento del conjunto de normas y códigos de conducta establecidos, como en la efectividad y severidad en la aplicación de castigos correctores cuando el grado de permisibilidad acepta violarlos.
1.1. Instituciones formales
Son normas que idean los humanos, las crean, como las constituciones políticas de los Estados, leyes estatutarias, derecho escrito, contratos; o bien, evolucionan simplemente a lo largo del tiempo, como el derecho consuetudinario (North, 1993).
1.2. Instituciones informales
Son acuerdos y códigos de conducta generalmente no escritos, que subyacen y complementan a las normas formales (North, 1993); como pueden ser las tradiciones, los usos y las costumbres.
1.3. Organizaciones
Al igual que las instituciones, las organizaciones u organismos proporcionan una estructura a la interacción humana. La distinción conceptual entre instituciones y organizaciones consiste en reglas y jugadores (North, 1993). Hacer la separación en el análisis institucional de, las normas subyacentes al juego y las estrategias de los jugadores es indispensable para entender la teoría de las instituciones.
Las instituciones proporcionan las reglas que definen la formas en que se desarrollará el juego. Pero en el juego intervienen equipos o grupos de individuos, y sus objetivos están determinados por una combinación de estrategias, aptitudes y coordinación en su comportamiento (limpio o sucio) dentro del conjunto de reglas. La modelación de las estrategias y las aptitudes de los equipos es un proceso separado, diferente, que coexiste a la creación y evolución del conjunto de normas de comportamiento (North, 1993).
Las organizaciones son grupos de individuos enlazados por una identidad y un objetivo en común. Se crean con un propósito deliberado, incluyen todo tipo de cuerpos políticos, cuerpos económicos, sociales, y órganos educativos; su creación, éxito y evolución en el tiempo dependerá de cómo fueron diseñados con las limitaciones existentes y analizando estructuras y capacidades de gobernanza, fundamentalmente determinados y subyacentes al marco institucional (North, 1993).
A su vez, el desarrollo de los organismos influye, como agentes de cambio, en la evolución del marco institucional. La interacción entre las limitaciones creadas por las instituciones y los empeños de los organismos por alcanzar sus objetivos constituyen la fuente principal del cambio institucional.
La definición que hace North (1993) de las instituciones como limitaciones al comportamiento autoimpuestas[2] resulta complementaria a la versión neoclásica de toma de decisiones con fundamento en elecciones individuales.
Las limitaciones que los humanos se imponen a sí mismos se presentan como generalistas en la visión del enfoque teórico de North, se construye sobre supuestos e hipótesis con una consistencia lógica y un grado de comprobación potenciales. Sin embargo, la fuerza de la teoría microeconómica estándar está construida sobre supuestos poco realistas de la conducta humana como la información completa y la racionalidad ilimitada de los individuos, o que siempre buscan maximizar su utilidad motivados por el interés propio[3].
Si los mercados son eficientes, entonces las elecciones siempre serán eficientes, es decir, que los actores siempre tendrán modelos verdaderos, porque si fuesen inicialmente incorrectos la retroalimentación de la información, los corregirían (North, 1993).
Pero esa versión del modelo del agente racional nos ha extraviado, dice North, porque es muy común que los actores tomen decisiones buscando el mayor beneficio conforme a percepciones ―que tengan de los organismos (políticos y económicos) dentro del marco institucional―, es decir, información incompleta y que procesen la información recibida mediante mecanismos racionales de los que pueden devenir persistentemente consecuencias ineficientes (North, 1993).
Las elecciones con base en percepciones dependen fundamentalmente tanto de la información recibida como de la forma en que procesan esa información.
El trabajo de North representa, en cierto sentido, un intento conciliador en la investigación, porque integra las limitaciones institucionales a las elecciones individuales, para edificar una teoría de la conducta humana con un enfoque unificador.
2. Cambio institucional
El cambio institucional proporciona un marco histórico para explicar cómo influye el pasado en el presente y en el futuro. Es la clave para entender el cambio en el tiempo, porque conforma la estructura evolutiva de una sociedad a lo largo del tiempo (North, 1993).
Al margen de la historia de los hechos económicos, los cambios pueden ser tan lentos y marginales, que resulte difícil percibirlos, lo que hace de la necesidad de voltear hacia atrás algo inescapable.
El cambio institucional es un proceso complicado, generalmente de modo incremental y no de modo discontinuo (North, 1993), puede ser consecuencia de diferentes cambios en las normas formales, limitaciones informales, diversas clases de efectividad y observancia coercitivas.
El cambio incremental que ejemplifica North (1993) proviene de alterar en un cierto margen el marco institucional existente, por parte de actores económicos (empresarios) que sus percepciones en organismos políticos y económicos les indica que podrían redituarles mejor con esta alteración.
Aunque las normas formales pueden cambiar de un día para otro (decisiones políticas, leyes estatales, normas jurídicas), existe una encrucijada al cambio incremental, que es la resistencia al cambio por parte de los individuos resultante del encajonamiento y la poca penetración de las políticas deliberadas en las normas informales (códigos de conducta, usos y costumbres, tradiciones, etc.) de las sociedades; que puede resultar en un cambio discontinuo (tales como revolución y conquista); aunque nunca son totalmente discontinuos (North, 1993).
Partiendo del mismo origen (que todos descendemos de grupos primitivos de cazadores y recolectores), estas limitaciones culturales son las conexiones entre el pasado, presente y futuro, representan las divergentes vías y dispares características del desempeño económico entre naciones y proporcionan la clave para descifrar el acertijo del cambio histórico (North, 1993).
3. Desempeño económico
Hoy en día la brecha entre las principales naciones industriales, desarrolladas, ricas y las no desarrolladas y pobres, es tan abrumadora como nunca. Hemos evolucionado hacia regiones y sociedades con características radicalmente diferentes (étnicas, culturales, políticas, económicas, etc.).
A pesar de ser cierto el hecho de que existe convergencia entre algunas naciones, las divergencias resultan aún más perturbadoras cuando la teoría estándar del comercio internacional, daban por sentado que las economías que comerciaban bienes, servicios y factores productivos al mismo tiempo, convergerían gradualmente (North, 1993).
El principal acertijo en la economía política y que, diferentes hipótesis intentan explicar es ¿qué explica la existencia de disparidades tan grandes entre sociedades y qué condiciones producen las tendencias hacia el bienestar o el estancamiento por largos periodos de tiempo?
La hipótesis evolucionista de Alchian (1950) sugiere la sobrevivencia de las instituciones más fuertes y mejor adaptadas a la competencia ubicua y descartaría a las inferiores (North, 1993).
La hipótesis inicial de North (1973) afirmaba que la “eficiencia” de las instituciones era determinante del desempeño económico y que sus cambios eran la fuente del cambio institucional. Después (1981) abandona el punto de vista de la eficiencia de las instituciones y aunque explica la existencia de instituciones típicamente ineficientes por el modo imperfecto y el empeño de los actores a interpretar su medio y realizar elecciones que les permita entender las complejidades de los problemas que enfrentan, pueden llevar a la persistencia de esas instituciones ineficientes; pero no explica por qué las presiones competitivas no las llevaron a su extinción.
North (1993) lo explica con la diferenciación entre la estructura incentivadora de las instituciones y las organizaciones. Las limitaciones institucionales junto con las limitaciones ordinarias de la teoría económica determinan las oportunidades que hay en una sociedad y las organizaciones son creadas para aprovechar esas oportunidades.
Así mismo, integralmente la evolución de los organismos, alteran y modifican a las instituciones (North, 1993). La evolución del entrelazamiento producto de la interacción simbiótica entre instituciones y organizaciones, y el proceso de percepción, reacción y retroalimentación humana ante los cambios que se dan en el conjunto de oportunidades, determinan la dirección del cambio institucional.
El nacimiento de organismos particulares de cambio, resultantes de las limitaciones institucionales formales e informales, es decir, que son producto de los incentivos contenidos en la matriz institucional y que, por consiguiente, dependen de él; esto genera resultados cada vez mayores de entrelazamiento. De manera tal, North presenta un planteamiento con una visión orgánica cercana a la de Alchian (1950), que intenta dar luz a la solución del acertijo clave de la economía.
Para ampliar la exposición del cambio institucional podemos representar el contraste entre vías exitosas y de fracasos persistentes, como los plantea North.
Por ejemplo, la evolución del marco institucional básico de principios del siglo XIX indujo el desarrollo y evolución de organismos económicos y políticos cuyas actividades maximizadoras aumentaron la productividad y el crecimiento económico (North, 1993). Del mismo modo, el cambio institucional crea oportunidades y el marco institucional subyacente, refuerza incentivos contrarios al crecimiento.
El aprovechamiento de las oportunidades por parte de los organismos políticos y económicos, alteraron gradualmente el marco institucional y los volvió más eficientes. Al finalizar el siglo XIX se modificaron las estructuras de los derechos de propiedad y muchas normas de conducta y limitaciones informales (North, 1993).
Tanto los costos de transformación política y económica como las percepciones subjetivas de los actores resultaron en elecciones que no siempre fueron eficientes o unidireccionales hacia el éxito y aunque la historia económica del siglo XIX es de crecimiento económico, a veces tuvieron consecuencias adversas al desarrollo.
También habría que explicitar que el aprovechamiento de las oportunidades frecuentemente provino de la creación de tarifas, explotación de esclavos, trabajo pesado, comercio y empresas monopólicas, creación de Congresos y organismos políticos en defensa de los derechos de propiedad privada, etc., con consecuencias no previstas por los organismos, resultando en instituciones que indujeron una mezcla de incentivos que aumentaron o que redujeron la productividad (North, 1993).
Estas son las condiciones reinantes que han caracterizado la mayor parte de la historia económica mundial, y estas puede subsistir, los organismos que se desarrollen es este marco institucional se volverán más eficientes en hacer a la sociedad más improductiva y a la estructura básica de instituciones y organizaciones mucho más apropiada para acrecentar el crecimiento diferencial entre naciones (North, 1993).
Reforzar los incentivos de manera persistente por parte del marco institucional, para que las organizaciones participen en actividades productivas en vez de las improductivas, no es la panacea para resolver las contradicciones y desvanecer los contrastes. El fundamento teórico que North nos presenta desdoblando los contrastes encajados en la historia del desenvolvimiento de la humanidad hace que el análisis integrador y plural cobre importancia.
Autor:
José Manuel Ortega Urbina*
Facultad de Economía
Universidad Nacional Autónoma de México
Referencias:
[1] Premio Nobel de economía 1993. Sus trabajos fueron relevantes utilizando las contribuciones de la economía, sociología, la ciencia política para comprender los comportamientos sociales; abrió nuevas perspectivas a la investigación histórica y extendió la aplicación de la economía para la nueva forma de abordar la historia. Nació en Cambridge, Massachusetts, EE.UU. (1920). Hizo el bachillerato en Ottawa, Canadá; estudió la licenciatura en la Universidad de California en Berkeley (1942) y se doctoró en la misma institución (1952); fue profesor en la Universidad de Washington en Seattle (1951-1983); profesor de Law and Liberty y dirigió el Center in Political Economy de la Universidad de Washington en St. Louis; fue coeditor del Journal of Economic History (1960-1966) y presidió la Economic History Association (1972-1973) (Das Neves, 2006)
[2] Las instituciones son una creación humana, evolucionan y son alteradas por humanos
[3] Véase la Economía del Comportamiento: Herbert Simon (1956, 1976, 1987); Kahneman y Tversky (1979); Kahneman (2003, 2011); Thaler y Sunstein (2008); Thaler (2016).
Alchian, A. (1950). Uncertainty, Evolution and Economic Theory. Journal of Political Economy, 58(1): 211-221.
Das Neves, J. (2006). Los Premios Nobel de Economía: (1969-2005), Ediciones Pirámide.
North, Douglass. (1993) Instituciones, Cambio Institucional y Desempeño Económico, México: Fondo de Cultura Económica, Cap. 1, pp. 13 – 22.