Una promesa de nuevo incumplida
Como si se tratara de “espíritus dotados de inteligencia y voluntad”[1], al SARS-Cov-2 se le achaca la debacle que vive el mundo. A estos “seres microscópicos”[2] se les culpa del colapso de la salud pública y de la ruina de las economías, por las cuarentenas decretadas para tratar de controlar [...]