Una promesa de nuevo incumplida

Como si se tratara de “espíritus dotados de inteligencia y voluntad”[1], al SARS-Cov-2 se le achaca la debacle que vive el mundo. A estos “seres microscópicos”[2] se les culpa del colapso de la salud pública y de la ruina de las economías, por las cuarentenas decretadas para tratar de controlar su expansión. Pero lo que se olvida es que, esta crisis nos llega para agravar situaciones no resueltas de marginación y desigualdad, en todo el mundo, pero más en estos países que siguen en subdesarrollo.

Se creyó que la ciencia y la tecnología traería la riqueza, el progreso y la felicidad. La regulación debía corregir fallas de mercado para lograr eficiencia. La planeación del desarrollo, con un fuerte componente de política fiscal, iría de la mano de la búsqueda del bienestar propuestas para atender a los requerimientos del Estado Social de Derecho, introduciendo en aquel equidad, inclusión y justicia.

Sin embargo, lo que encontramos hoy es un nuevo incumplimiento de la promesa de la modernidad de un mundo mejor. Esa “tecnocracia capitalista no (vino) acompañada de una mayor libertad”[3], ni tampoco “(trajo) aparejado (…) un caudal de riqueza mayor y mejor distribuida”[4], destruyendo el proyecto moderno a la vez que simulaba realizarlo. Ahora, en esta montaña rusa entre la “expectativa y la realidad”, tal vez podamos contraponer a la certeza de que ya nada va a ser igual, nuevas propuestas de “esperanza y cambio”[5], con base en solidaridad y cooperación, para dar solución a los efectos del cambio climático, la exclusión y la pobreza.

Autor:
Constanza Blanco Barón
Docente investigadora
Departamento de Derecho Económico

Referencias:

[1] Viene a la mente otra peste que “arranc(ó) de las profundidades de Asia y se expand(ió) hacia Europa”, como la que se referencia en: Dostoievski, F. (1866). Crimen y Castigo. Oveja Negra, 1982.

[2] Ibíd.

[3] Lyotard, J. (1986). La postmodernidad (explicada a los niños). Gedisa, Barcelona.

[4] Ibíd.

[5] Obama, Barack (2020). The Promised Land. Penguin Random House. NY.